El fomento del caos
Por: Gerardo Delgado Silva
Cuando se llega a la cúpula de las altas
posiciones del Estado, aún en el caso insólito del Señor Pastrana, no se puede
ser ligero, ni ingrávido, en el sentido moral del vocablo. Tanto menos si se procede bajo la presión de
voces extrañas, en las que interviene también el Señor Uribe, que sólo ha
prohijado la guerra, sepultando también muchos de los valores sobre los que se
había construido el sistema general de la vida de la humanidad a lo largo de
los siglos: el tejido mismo de la civilización contemporánea.
Ahora, con las críticas acervas del Señor
Pastrana a los diálogos de paz, quiere que se desplome el espíritu de fe y
confianza que alumbra el país para gozar de convivencia. Es la consecuencia en ambos señores, de
políticas abyectas, que hay que remediar. El mito del futuro les impide vivir. Leer más